Convertimos bosques en eriales resecados por el sol, jardines milenarios en fábricas, ciudades en cárceles de cemento, montes y colinas en redondeadas, ásperas, frías superficies sin vida. Me cansé de ayudar a quienes destruyen y traté de unirme a los jardineros. Ellos trajeron de nuevo los árboles. Volvió la sombra a los desiertos, el otoño …
